Para los amantes de la gastronomía, esta experiencia propone una jornada completa, participativa y llena de sabores autóctonos que invitan a descubrir la esencia culinaria de la región. La mañana comienza con la visita al Mercado San Miguel, un espacio vibrante donde se mezclan aromas, colores y tradiciones. Allí se podrán encontrar productos frescos, especias locales, hierbas aromáticas y una gran variedad de ingredientes típicos, así como curiosidades y objetos que reflejan la riqueza cultural de la zona. Cada rincón del mercado tiene una historia, y los comerciantes, con su conocimiento y cercanía, revelan secretos y usos ancestrales de los productos que serán protagonistas de la jornada.
A partir de una lista de ingredientes según el plato que se va a cocinar, los participantes emprenderán un recorrido por los distintos puestos, aprendiendo a elegir los productos de mejor calidad y frescura. Este paseo no es solo una actividad de compras: es un verdadero encuentro con la cultura local, la idiosincrasia de los vendedores y la forma en que la gastronomía refleja la historia y el carácter de la región. Cada especia, cada verdura, cada ingrediente tiene su relato y su función, y durante la caminata los participantes descubrirán los secretos culinarios que los locales transmiten de generación en generación.
La segunda parte de la experiencia se desarrolla en la cocina, donde un Chef local guía a los participantes paso a paso en la elaboración del plato seleccionado. Mientras se cocina, se comparten anécdotas, costumbres y tradiciones relacionadas con la gastronomía regional: historias de recetas familiares, técnicas propias de la zona y curiosidades sobre cómo ciertos ingredientes llegaron a formar parte de la identidad culinaria. Este espacio permite no solo aprender a cocinar, sino también conectarse profundamente con la cultura y la historia de los sabores locales.
La jornada culmina con la degustación del plato, donde cada participante puede disfrutar del fruto de su propio trabajo acompañado de explicaciones sobre las combinaciones de sabores, los secretos de la preparación y la mejor manera de apreciar cada ingrediente. Este momento se convierte en una celebración de los sentidos, una invitación a saborear la tradición y a compartir la experiencia con otros amantes de la gastronomía.
Esta experiencia gastronómica no solo busca enseñar a cocinar, sino también transmitir la esencia de la región a través de sus sabores, aromas y relatos, ofreciendo a los visitantes una inmersión completa en la riqueza cultural y culinaria que hace única a esta tierra.