Es un Parque Provincial sanjuanino de 63.000 hectáreas de extensión, más comúnmente conocido como “Valle de la Luna”, que en conjunto con Talampaya forma una sola unidad continua: el sitio Ischigualasto–Talampaya, donde se aprecia aflorando en superficie el período Triásico completo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El límite natural entre ambos parques, y al mismo tiempo límite interprovincial, es la cima de la formación montañosa baja denominada Sierra Morada, que cae abruptamente hacia el oeste. Por esta razón, vista desde el Valle de la Luna se la conoce como “Las barrancas coloradas”.
La zona habilitada al turismo se organiza en un solo circuito de 3 horas de duración, realizado en un recorrido vehicular con paradas intermedias. Se visitan formaciones geológicas como El Gusano, donde también pueden verse helechos fósiles; el Valle Pintado, sector que dio el nombre de Valle de la Luna por su paisaje particular; la Cancha de Bochas, a la que se accede mediante una caminata corta de aproximadamente 40 minutos; la Esfinge, el Submarino, el Hongo y las Barrancas Coloradas.