El viaje comienza siguiendo el mítico recorrido paralelo a las vías del Tren de las Nubes, ascendiendo por la majestuosa Quebrada del Toro. En el camino, se visita la antigua ciudad preincaica de Santa Rosa de Tastil, uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes del Noroeste Argentino.
El recorrido continúa ascendiendo hasta alcanzar los 4.080 metros sobre el nivel del mar, donde se llega al pintoresco pueblo minero de San Antonio de los Cobres, rodeado de montañas rojizas y silencio andino. Luego de un descanso para el almuerzo, el viaje prosigue por la Ruta 40 hasta alcanzar las imponentes Salinas Grandes, un mar blanco de sal a cielo abierto que marca el límite entre Salta y Jujuy.
Desde allí, comienza el descenso por la espectacular Cuesta de Lipán, donde es habitual avistar cóndores en vuelo. Al final del día, se arriba al encantador pueblo de Purmamarca, famoso por el imponente Cerro de los Siete Colores. Noche en Purmamarca.
Al día siguiente, se inicia el recorrido por la Quebrada de Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, transitando un paisaje cultural único. Se pasa por la Posta de Hornillos, el Pucará de Tilcara, y el pueblo de Huacalera, donde se cruza el Trópico de Capricornio y se observan los matices del cerro “La Pollera de la Colla”.
En Uquía, se visita la histórica iglesia que alberga las célebres pinturas de los Ángeles Arcabuceros, vestigio de la escuela cuzqueña. Se continúa hacia Humahuaca, con su catedral y el Monumento a los Héroes de la Independencia, para luego ascender por la ruta de montaña hacia Iturbe y el Abra del Cóndor (3.900 msnm), con vistas imponentes del altiplano.
Finalmente, se llega al pueblo mágico de Iruya, enclavado entre montañas y quebradas, de origen prehispánico y calles empedradas que conservan la esencia del norte profundo. Luego del pernocte, se emprende el regreso a la ciudad de Salta en horas de la tarde.